El Viejito Pascuero

El Viejo Pascuero tiene su base de operaciones en el Polo Sur, no en el Polo Norte como usualmente se cree, es bueno aclarar que tiene una sucursal pequeña en el pueblo de Navidad, la cual usa como centro de acopio.

Nunca me tragué el cuento del Viejo Pascuero, desde que era un niño se me hizo imposible la idea de que una sola persona, por muy mágica que fuera, pudiera hacer tantos entregas en una sola noche. Pobres crédulos, pensaba, no ven la realidad, no entienden que no hay un solo Viejo Pascuero, son muchos, por eso tienen diferentes nombres e incluso diferentes vestimentas. En el Norte, claro, está Santa Claus, en Brasil Papa Noel, en Europa San Nicolás. Obvio.

El Viejo Pascuero tiene su base de operaciones en el Polo Sur, no en el Polo Norte como usualmente se cree, es bueno aclarar que tiene una sucursal pequeña en el pueblo de Navidad, la cual usa como centro de acopio. Además no usa renos, usa huemules, evidente. Los cuales vuelan con polvos de estrella que los cóndores recolectan en sus infinitos viajes siderales.

Los ayudantes del Viejo Pascuero no son duendes por una sencilla razón, todo el mundo sabe que los duendes en Chile son muy pequeñitos y demasiado traviesos como para que puedan ayudar de manera eficiente al pobre viejo. Así que sus verdaderos ayudantes son los pingüinos. Tienen un rígido sistema de mando que les permite funcionar de manera más menos ordenada. Los Pingüinos Magallánicos se encargan de ver los regalos de los Niños, los de Humboldt de las Niñas. Los Pingüinos Enanos ven los regalos de los más pequeños, los Penachos de los que casi dejan de ser niños. Los Pingüinos Rey y los Emperadores dirigen todo, mientras que los Papúas, al ser los más rápidos, se encargan de los envíos.

Por su puesto el Viejito Pascuero tiene esposa, ningún hombre puede hacer algo realmente grande sin la ayuda de su mujer. Ella es la encargada de fiscalizar que los niños efectivamente se porten bien. Su instinto superdesarrollado de Madre le permite sólo con la intuición saber las fechorías y diabluras que han cometido los pequeñines, pero también la suavidad y ternura con la que han actuado otras veces. Como buena madre, siempre las cosas positivas se anteponen a las negativas. Por lo que rara vez deja a alguien sin regalo. A veces, eso sí, les cambia el regalo, para que los niños noten que se han portado mal.

Un dato interesante es que el Viejito Pascuero, realmente no es viejito. A diferencia de sus pares de Europa en donde se estima que el más antiguo tendría una edad de 1600 años, nuestro viejito es cuando mucho un tipo de mediana edad, todo por la sencilla razón de que Chile sólo fue descubierto hace 500 años y tiene apenas 200 años de independencia, entonces, país joven, viejito joven. Absolutamente irrebatible. Mide un metro setenta, pesa ochenta kilos, tiene el pelo entrecano, y una barba de dos o tres días. ¿Mejillas coloradas? sí, eso sí.

Finalmente la vestimenta del Viejito pascuero no puede ser como nos la pintan las películas. Si bien tiene su base en el Polo Sur, el viejito pasa la mayor parte de su jornada laboral en el continente americano, en donde contamos de una agradable noche veraniega. Así a penas el Viejito pasa el Estrecho de Magallanes va poniéndose cada vez más estival. Primero se desprende del grueso chamanto verde, rojo y negro que le tejió una artesana de la zona central con motivos navideños. Luego, los calcetines de chiporrito son parte del pasado. Usa un gorro tipo altiplánico de lana de alpaca que se deja en todo momento, porque si bien hace calor, vuela a grandes alturas y el viento cordillerano le termina horadando los tímpanos y más de una vez terminó con dolor de oídos. A veces le gustaría usar sandalias, sobretodo cuando llega a la zona más norte del país, pero un Pingüino Barbijo que hace las partes de prevencionista de riesgos se lo tiene terminantemente prohibido, a cambio lo deja usar chapulinas. Sólo nos queda resolver de qué color es el traje de Viejito Pascuero. Bueno eso es sencillo, simplemente es del color de la Selección Chilena. Rojo.

Publicado en ElConcecuente en Diciembre-2015

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