La Caída del Modelo
- Nicolas Ferreira
- 25 sept 2016
- 2 Min. de lectura

El 9 de noviembre de 1989 comenzó la destrucción del Muro de Berlín y con esto terminó uno de los periodos más negros de la historia actual, la Guerra Fría. Ese día el mundo debió entender y aceptar que los modelos económicos totalitarios estaban destinados a morir. Claramente el sistema de Estado Total había fallado, pero el de Capital tampoco terminó siendo perfecto, el trabajo no siempre genera dinero o si lo genera lo hace en diferentes medidas. Es así que las mujeres o ancianos obtienen menores ingresos por el mismo trabajo que hacen otros más afortunados, por nombrar un ejemplo.
El Capitalismo tuvo que adaptarse y entender que el Estado tiene un rol dentro de la sociedad, que debe ser la mano amiga de aquellos que la mano invisible no pudo ayudar. Desde entonces las economías del mundo se debaten en que tan “grande o pequeño” debe ser el estado en un país. A este método se le llamo Economía Social de Mercado aunque algunos prefieren llamarlo Neoliberalismo.
A menudo escucho decir que todo lo malo que está sucediendo es por culpa del modelo, que el modelo fracasó. Yo me pregunto ¿Qué modelo quieren instaurar entonces? ¡Este es el único que hay, todos los demás fallaron! Seguro alguien me dirá: “Que sea el único que conocemos no significa que no pueda haber uno mejor” y estoy muy de acuerdo ¿Pero lo conoces tú? ¿Al menos conoces a alguien que lo conozca?
He trabajado duro, he gastado una parte importante de mi tiempo en difundir y promover las cooperativas en Chile, yo de verdad creo que las cooperativas hacen al mundo mejor. Sin embargo eso no significa que yo crea que todos los emprendimientos, que todas innovaciones deban ser cooperativas. ¿Cómo ser cooperativa en un emprendimiento individual? Aún más polémico ¿Cómo ser cooperativa si esta no genera ningún beneficio para mí?
El secreto está en que las cooperativas, al igual que otras figuras de la Economía Social, son capaces de llegar a ese oscuro lugar al cual el modelo no llega. En donde el modelo naufraga las organizaciones de la Economía Social son oportunos salvavidas, sin embargo nadie puede cruzar el océano en un salvavidas. Las Economía Social y la Economía Social de Mercado deben trabajar unidas, deben complementarse, no atacarse la una a la otra.
Finalmente, y esta es una reflexión que trasciende la economía, no creo que exista un modelo perfecto, principalmente por que los humanos no somos perfectos. Las soluciones y los errores de la economía vendrán siempre de la mano de quienes ejecuten las pequeñas acciones que en el día a día hacen la diferencia. Si usted es un pequeño empresario que gusta del seguro social, que cree que deberían nacionalizar la inversión extranjera y está de acuerdo con la reforma tributaria en pos de tener un mejor sistema de salud y educación, pero no le paga las imposiciones a sus trabajadores, no respeta los horarios laborales y no contrata mujeres en edad fértil. Usted no es más que un lobo con piel de oveja, igual o peor de maldito que ese gran empresario que le gusta tanto criticar, y eso estimado no hay modelo que lo aguante.
Escrito noviembre-2015
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