top of page

Adiós Quebec

  • Foto del escritor: Nicolas Ferreira
    Nicolas Ferreira
  • 22 sept 2016
  • 2 Min. de lectura

Esta última semana ha sido una locura. Salí en la madrugada del 6 de octubre de Santiago en Chile, estuve por algunas horas en Ciudad de Panamá y otras tantas en New York. Arribé a Quebec el sábado por la noche a eso de las 23 Hrs. El domingo intente en vano salir temprano de mi hotel para ver si podía colarme en la conferencia del Imagine, Max-Neef daría el una de las primeras charlas del día. Termine por entrar a la ciudad amurallada de Quebec a eso de las 14 hrs. No tengo certeza de esto visto que estuve perdido en el centro de la ciudad desde las 12:30, me orientó desde Chile mi gentil esposa través de un carísimo chateo por Whats App que probablemente duro un par de horas.


Mi primer día en el Viejo Quebec fue chocante, en el buen sentido de la palabra, una ciudad gigante, civilizada y principalmente hermosa. Parte de los amigos que hice en esta conferencia la definieron como una mezcla entre Escandinavia y Estados Unidos. No conozco ninguna de las dos partes, les creo.


El programa de líderes cooperativistas admitió 5 Latinos, un peruano, un colombiano, un mexicano, un hondureño y un argentino. Ninguno llegó, quedé solo en un movido hotel en la calle Ste Ursule. Más pronto que tarde conocí al resto de la delegación 4 Belgas y una infinidad de Franceses. No lo saben, pero inventamos un nuevo idioma, el Spanfranglish, una mezcla inentendible de lo que yo creo que es francés y lo que ellos creen que es español, el inglés está ahí por añadidura. Por la noche conocí gente de Alemania y por supuesto Canadá, Montreal y Toronto en específico; después una persona de Colombia, otro de México y dos de Costa Rica. Descubrí que una francesa hablaba mexicano (no español) bastante bien, y que otro estuvo casado 6 años con una Colombiana, finalmente un Belga que hablaba más Italiano que español terminó siendo la mejor alternativa al Spanfranglish. Una Canadiense me comento que era increíble que las cooperativas fueran tan desconocidas, me contó que de no ser por su padre, nunca habría sabido de ellas. Son un secreto, le dije, asintió.


De Chile nadie sabe nada, salvo los Latinos que de alguna manera siempre estamos en contacto aunque sea para sacarnos en cara lo bien que andan nuestras economías, o como un lugar es más bello que otro, comparar nuestros gastronomías o acentos. Para que nombrar el Futbol, para que.


Chile es un secreto, igual que las cooperativas, solo saben de él quienes por casualidad pasaron por ahí, tuvieron un amor o conversaron con un chileno en algún bar. Quebec es preciso, funciona perfecto, como una gran empresa transnacional. Chile en cambio, es imperfecto y tiene mucho que crecer aún, pero está lleno de buenos valores y generosidad, como una Cooperativa.


Me gusta Quebec, de verdad que sí, pero mi Chile no tiene comparación. Allá la gente te saluda aunque no te conozca, si no sabe tu idioma busca alguien para ayudarte, los niños te sonríen, la noche es eterna, y aunque haga frío siempre es cálido.


Adiós Quebec, has sido una buena amiga y estoy seguro que serías una excelente novia, pero yo, yo ya tengo esposa.


Escrito en octubre-2012


תגובות


Entradas destacadas
Entradas recientes
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
  • Wix Facebook page
  • Wix Twitter page
bottom of page