A mi Vecino el Grinch

Ayer 25 de Diciembre cumplimos 50 días de casados junto a mi gentil esposa, como sería nuestra primera Navidad juntos, decidimos pasarla solos y celebrar por primera vez a nuestra manera esta hermosa fiesta Cristiana. Durante todo Diciembre adornamos nuestra casa con motivos navideños, iniciamos una colección de pequeños árboles de navidad, mientras un árbol grande decorado de bolas doradas y rojas adorna nuestra sala desde la primera semana del mes. Pusimos un pascuero en la puerta para embellecer en algo el aburrido pasillo que compartimos los vecinos del piso 2, una bota con “Rodolfo el reno” cuelga desde uno de nuestros espejos en casa, y por nuestro balcón se puede un trineo iluminado con algunos regalos en su interior. Nos quedamos hasta las 3 de la mañana el viernes haciendo y pintando galletas navideñas, además de comprar un Pan de Pascua especial para recibir nuestros invitados. El Sábado recién pasadas las 12, llegó mi suegra junto a mi cuñada, intercambiamos regalos y nos deseamos felicidad para estas fiestas, fue cuando recibimos tu primer mensaje por medio del conserje… no sé la verdad cuento ruido pueden hacer 4 personas en una noche de Navidad, pero entiendo que quizás estábamos, simplemente, demasiado entusiastas.

Un poco más tarde llegaron mis padres junto a mi hermana, entonces recibimos tu segunda llamada… ok, quizás abrimos muchos papeles de regalo y eso te despertó. Mediante el conserje te invité a que pasarás por nuestro departamento para que lo conversáramos personalmente, no podíamos hablar mucho más bajo, menos volumen solo sería posible en un confesionario. Incluso yo mismo te alenté a llamar a Carabineros si tú considerabas que el ruido era ensordecedor, para que ellos decidieran imparcialmente si producto de mis 5 invitados era imposible dormir.

Aproximadamente 45 minutos más tarde escuchamos sonar el timbre, alegremente salí en tu búsqueda con el plan de invitarte a pasar a mi casa y mostrarte que no había bailes, borrachos, música fuerte, ni nada que ameritara dos llamadas en menos de una hora… pero, sorpresa- sorpresa!! Dos jóvenes de verde olivo nos esperaban en el umbral. Pidieron mi cédula, tomaron mis datos, y entre sonrisas se despidieron. Me comentaron que había “vecinos más quisquillosos que otros” y que no existía una hora máxima de ruido, “normalmente se rige por el reglamento interno del condominio”, al otro día me enteré de que el nuestro lo permite hasta las 2, muy lejos de las 12:30 en que empezaste tu show. También me advirtió de que la próxima vez me tendría que dar un parte, entonces me acordé de aquella vez que reclamaste a consejería por ruidos molestos a las 20:30 un día Viernes.

Mis padres, suegra y mis tíos, quienes recién habían llegado, decidieron que lo mejor era partir de mi hogar, ya estaban lo suficientemente incómodos conversando en secreto, como para seguir bajando la voz. Ahí quedaban las galletas, el Pan de Pascua aún intacto, y toda mi casa perfectamente adornada, todo terminado, todo echado a perder en una sola llamada. El Grinch se robó mi Navidad.

Sin embargo, y al igual que en la película, cual buena familia de Whos seguimos adelante, mi Padre ofreció su casa para seguir compartiendo allá, alguien tomó las galletas, otros los regalos, y más temprano que tarde ya nos encontrábamos celebrando Navidad nuevamente. Lamento que nuestros cantos de alegría en casa de mis padres no hayan llegado a tu “Corazón de 2 tallas menos” para que así entendieras el verdadero sentido de la Navidad.

Llegamos a casa de vuelta a eso de las 6:30, felices, estuvimos junto a nuestros seres queridos toda la noche poniéndonos al día con uno u otro tema, disfrutamos de una Navidad verdaderamente diferente y especial. Tú, a diferencia de tu original, no tuviste Navidad, solo intentaste amargar la nuestra con pésimo resultado.

De todas maneras de deseamos una Feliz Navidad, porque aún estamos en ella y un prospero Año Nuevo, porque no vamos a parar los carretes.

Saludos.

#Grinch #Navidad