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Complicidades

  • Foto del escritor: Nicolas Ferreira
    Nicolas Ferreira
  • 20 sept 2016
  • 3 Min. de lectura

Hace un tiempo ya, escribí una serie de ideas que se me cruzaron por la mente acerca de un tema que comentó, en alguna reunión perdida del Barrio Bellavista Juan Pablo Contreras, “Complicidades” las llamó, la verdad me quedó dando vueltas la situación, pensando y reflexionando en el tema, tengo principalmente tres interrogantes acerca de esto: Que son las complicidades, para que sirven y como funcionan.


Como buen investigador fui a la fuente, me conseguí el mail de Juan Pablo y le pregunté, me indicó que para él era un término que ocupaba para expresar la unión empática, solidaria respecto de una tarea. Que sirven en cuanto los seres humanos requerimos de confiar para arriesgarnos, jugarnos, el experimentar complicidad con alguien nos ayuda a confiar, tiene que ver con los compromisos implícitos, tácitos... y funcionan así, en la informalidad, en lo no escrito, en lo que se siente corporal y anímicamente.


Si bien su respuesta fue bastante esclarecedora, para mí faltaba la principal interrogante, ¿Por qué suceden las complicidades? creo que sin saberlo podemos sentirnos, cercanos, solidarios, pero ¿Por qué sucede? tengo mis teorías, según mi percepción estas complicidades pueden darse por 4 motivos:


El primero es simple empatía, por alguna razón que desconozco, me siento cercano, escucho, me dan ganas de crear mundos con alguien, puedo ponerme en tu lugar, incluso podemos conversar sin decir ni una palabra, algo pasa a nivel sentimental que me hace ser cómplice, un ejemplo de esto es "el amor a primera vista", solo sucede, solo me gusta esa persona. Puedo imaginarme con facilidad que es lo que piensa y que es lo que siente.


Por otro lado está la complicidad histórica, el idioma, la geografía, las experiencias en común, pueden hacer que yo me sienta más o menos cercano a alguien, que decida jugármela por alguien, quien dice "me recuerda a mi a su edad" tiene una complicidad histórica, que lo ata a esa persona.


Luego tenemos una complicidad de futuro, podemos venir de lugares distantes, no tener ningún pasado en común, caernos mal, tener cero feeling, pero queremos lograr lo mismo, tenemos una misma meta y un mismo sueño, esto es algo que se ve mucho en política por ejemplo, los partidos al interior de las coaliciones pueden ser diferentes, pero tienen una meta común, en el caso de la concertación, fue seguir siendo gobierno, para esto, se juntó la DC y el PC en las últimas parlamentarias, de profundas diferencias, pero con una meta común... en un trabajo pudiera tener un compañero que me cayera muy mal, que no compartiera mis valores en el trabajo, que fuera de otro estrato, que hablara otro idioma y que hasta trabajara de otra forma, pero para terminar un proyecto en el cual ambos creemos dejamos esas diferencias de lado, y somos cómplices en lograr la meta.


Finalmente una última, la Complicidad Biológica, es quizás las más simple por que solo sucede, es parte de tu organismo, pero también es la más completa ¿Por qué el bebé recién nacido reconoce a su madre? son cómplices no hay duda, tienen una historia juntos, el bebe no lo sabe, solo lo siente. Tienen un futuro que los liga, esto tampoco lo sabe el niño. Tienen una relación empática ¿El bebé podrá poner en los zapatos de la madre? es todas y ninguna, ellos tienen una complicidad propia de los seres vivientes, una relación casi simbiótica, algunos le llaman instinto, yo creo que esta escrito en los genes que un hijo y su madre sean cómplices. ¿Y un hermano gemelo con otro? se dice que hasta sienten dolor a distancia, no pueden ser tan cercanos y cómplices solo por que se albergaron nueve meses en el mismo vientre. ¿Qué es eso de la sangre tira? son todas complicidades biológicas, la pregunta es ¿Podré modificar mi estructura genética, ser naturalmente propenso a generar complicidad con la gente?, incluso más simple, ¿La empatía se puede practicar? o solo ¿Se nace con ella?.


Imaginemos un líder capaz de ser cómplice de las personas, imaginemos un político que conozca las necesidades de la ciudadanía sin necesidad de conversar con ellos, si no que solo lo sabe, lo siente. No por un afán de soberbia. No, si no que por un profundo compromiso con las preocupaciones de su electorado. Sin bien ni mal, solo lo sabe y por tanto, que es lo más importante, lo hace.


Publicado julio-2010


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